El Baño de tu Bebé

by Cristina

Recuerda que tienes que hacerlo un placer
Baño en Tina

El momento de cambiar de la pequeña bañera a la tina es también muy importante ya que puede asustar a tu bebé. Es tarea tuya hacer del baño de tina una gran diversión y que esto se convierta en su actividad preferida. Primero que nada debes esperar a que tu bebé ya pueda sentarse solo o con muy poco apoyo pues de esta manera él se sentirá más seguro. Recuerda que bebés, niños y adultos mojados se vuelven resbaladizos por lo que es muy conveniente le compres una sillita especial para tina, la cual tenga succionadores que se adhieran por completo al fondo esta. El asiento puede ser sencillo como un aro dentro del cual sujetes a tu bebé o un juguete como un caballito de mar.

Algunas de estas sillas tienen cojines de espuma que se colocan debajo del bebé para evitar que se resbale. Si tu silla no lo tiene, sería muy prudente que colocaras un paño limpio o una toalla bajo sus pompis. Al terminar, lava, exprime y tiende esta toalla, o usa una diferente cada vez para evitar que en la toalla húmeda se acumulen microbios. Si tu silla trae asiento de espuma, sécalo en la secadora por la misma razón.

Permítele irse familiarizando con la tina desde unos días antes. Esto lo puedes hacer introduciendo, si es posible, su bañera dentro de la tina grande para que él se vaya adaptando al escenario. De esta manera no le asustará tanto sentirse en un lugar tan grande cuando la llenes de agua. No lo bañes después de comer ya que el movimiento le puede ocasionar vómito.

A tu bebé no le gusta sentir frío, por esto, es importante que el cuarto de baño esté en una temperatura agradablemente tibia. Puedes usar con mucha precaución un pequeño calentador de ambiente. No le quites su ropita hasta que la tina esté llena de agua y tengas todo lo necesario como toalla grande, suave y de preferencia con capucha para envolverlo al sacarlo. También ten a la mano jabón, shampoo, juguetes o cualquier otra cosa que puedas necesitar. Si has olvidado algo, envuelve a tu bebé en su toalla y llévalo contigo. Jamás lo dejes solo. Aleja lo que puede representar riesgo si él lo toma como el shampoo, loción, etc. Antes de meter a tu bebé al agua, prueba la temperatura, la cual debe ser agradablemente tibia, con tu codo o muñeca ya que tu mano es más resistente al calor que la delicada piel de él. Cierra primero el agua caliente para que lo que chorree sea frío y no haya la menor posibilidad de quemarlo. Puedes, si lo crees necesario, comprar protectores de goma para el grifo ya que con esto evitas golpes y quemaduras.

Es muy importante que recuerdes que tu bebé necesita todo el tiempo de la supervisión de un adulto aunque parezca estar muy bien asegurado en su sillita de tina y muy tranquilo, no lo dejes solo ni un segundo. Esto será durante los primeros cinco años de su vida. Haz de su baño de tina una gran experiencia llevándole juguetes especiales para agua. Incluso cualquier envase de plástico puede ser divertido. Al terminar sécalos para evitar que se forme moho en ellos. A tu bebé le encantará chapalear pero no le gustará que lo hagas tú, ya que no le agradará ser la víctima. Y si lo haces, puede ser que le tome aversión al baño. Si no te gusta que te moje, utiliza un delantal de plástico. No le quites el tapón a la tina cuando tu bebé aún esté dentro ya que por un lado el ruido que se produce es desagradable y puede asustarlo; y por otro lado será incómodo quedarse en una tina sin agua y con frío.

Temor al Baño

Si tu bebé le tiene miedo al baño, no debes obligarlo ya que puede ser peor. Debes cambiar su actitud con paciencia, amor y comprensión. Será un reto para ti lograr que la tina se convierta en una compañera de juegos y en un lugar sumamente agradable para pasar un muy buen rato. Si no quiere entrar a la tina grande, continua aseándolo en su bañera. Y si tampoco acepta esta, dale baños de esponja. Intenta familiarizarlo con la tina, si él está de acuerdo, permitiéndole jugar en ella en seco sentado en su sillita de tina con sus juguetes favoritos. Si la temperatura está tibia y si él lo acepta, quítale su ropita. Sino, déjalo que juegue vestido.

Mientras él esté aquí, no lo dejes solo para nada. Pide a alguien que te ayude a detenerlo para que tu le enseñes que puede ir bañando a su muñeco o a un animalito lavable y si él así lo quiere, acércale una palangana con agua para que bañe sus juguetes. Probablemente, vestido o no, él mismo querrá meterse al agua, lo que será un buen indicio de que ya está preparado para entrar en la tina. Esto último lo puedes hacer también en el piso si es que él se niega a entrar a la tina. Pero recuerda siempre ponerle una toalla para que se siente y no se resbale. También puedes ponerle una palangana chica con un poco de agua en su silla alta para que él juegue con comodidad. Posiblemente, tu bebé quiera que tu entres a la tina con él. Inténtalo de esta forma y cuando él ya esté adaptado deja que se bañe solo. Lo más importante en estos casos es que tengas paciencia ya que puedes obtener mayor éxito con amor, que a la fuerza.

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