Todos los niños tienen capacidades especiales en diferentes aspectos. Ya sea en lo artístico, lo social, lo científico, etc. Lo importante es que tu fomentes y aplaudas el desarrollo de estas habilidades sin pensar que te habría gustado algo diferente. Recuerda que estimular es diferente a exigir. Generalmente, cuando las personas dicen que un niño es un genio, se refieren a lo intelectual. Las pruebas que se hacen durante el primer año de tu bebé para evaluar su coeficiente intelectual, regularmente, no coinciden con las que se realizan más adelante.
Sin embargo, las pruebas donde se evalúa la capacidad para procesar información y manipular el ambiente si se relacionan, pero no están al alcance de todos los padres. A continuación te mencionamos algunos indicios de inteligencia.
Los niños privilegiados algunas veces sorprenden a sus padres por su extraordinaria capacidad de observación y memoria.
Si tu bebé empieza a realizar todas su proezas como sonreír, sentarse, caminar, hablar, etc. a temprana edad, lo más seguro es que continúe desarrollándose a un ritmo avanzado.
La mayor parte de los bebés durante su primer año, no son competentes para resolver problemas. Sin embargo, tu bebé podría sorprenderte por su ingenio para sacar un juguete atrapado. O por su destreza para alcanzar algún objeto alto. Si tu bebé es este tipo de niño, quizá intente utilizar sus juguetes de otra manera o puede que utilice para jugar objetos que no son juguetes.
Todos lo niños son curiosos. Pero un niño dotado con inteligencia especial, además tiene perseverancia y concentración para entender lo que llama su atención.
Un niño muy despierto, aún durante su primer año, es muy observador y se ríe de las situaciones chuscas como por ejemplo si te has puesto los lentes al revés.
Bebé Observador
Si tu bebé reconoce en un aparador un objeto igual al que tu tienes en casa, significa que puede establecer relaciones entre objetos; lo cual te indica que él es observador.
Este tipo de bebés, poseen gran imaginación. Antes de cumplir su primer año, son capaces de simular que toman un vaso de jugo. En adelante podrán inventar sus propias historias y juegos.
Puede suceder también que tu bebé esté tan interesado en aprender y observar que le cuesta trabajo conciliar el sueño.
Es tan observador que se da cuenta cuando algo fuera de lo común está sucediendo. Por ejemplo nota si tu estás triste o de mal humor.
Sin embargo, aunque tu bebé parezca tener todas estas características, no es el momento para etiquetarlo como genio. Lo que él requiere es amor. Necesita que le des tu tiempo para fomentar el desarrollo de sus habilidades. Habla con él, léele cuentos, etc. Pero no dediques el tiempo que le das a tratar de desarrollar la capacidad que a ti te hubiese gustado que él tuviera. Recuerda que debe desarrollarse en todos los aspectos. Explícale que tú lo amas infinitamente por ser tu hijo, más no por su inteligencia. Incúlcale valores humanos. Enséñale a ser bondadoso y comprensivo con todos los que le rodean.