Cuidando el Sueño de Tu Bebé en su Primer Mes

by Cristina

Es Momento de Cuidarlo

Ahora que tu bebé tiene un mes, sus horas promedio de sueño son 16 y media. Sin embargo, puede ser que duerma menos o más, lo cual es totalmente normal. Notarás que duerme mucho pero a la vez despierta mucho. Esto se debe a que su sueño aún no madura. En esta etapa, duerme por periodos cortos, soñando mucho y moviéndose. Conforme vaya creciendo su sueño madurará y tendrá menos periodos de movimiento rápido de ojos que es cuando se pueden ver los ojos mover bajo los párpados y respira irregularmente con algunos sonidos como gruñidos. No lo levantes de su cuna, hasta que no lo escuches llorar de verdad, ya que puede ser solamente un simple gemido momentáneo. Esto no significa que lo dejes llorar sin medida, para que aprenda a dormirse, por sí mismo. Ya que aún es muy pronto para hacerlo.

Recuerda que a esta edad, apenas está conociendo su nuevo mundo y necesita saber que en cuanto te necesita estás a su lado. Además, si lo estás alimentando con leche materna, despertará más frecuentemente puesto que requerirá del alimento antes que si es alimentado a base de biberón. Es posible que tu bebé llore para poderse quedar dormido. Si esto es así, no te preocupes, pronto dejará de hacerlo. Si duerme en tu habitación, y el escuchar que se mueve y se queja, no te permite estar tranquila. Lo mejor será, si te es posible, que tenga su propia habitación; pero debes estar muy alerta por si escuchas llanto diferente al acostumbrado. Si notas síntomas de enfermedad, es importante que llames a tu médico. En cuanto a la posición en que debes acostar a tu bebé, es importante que le sea cómoda ya que en este momento él no puede moverse por lo que despertará igual que como lo acostaste. Lo más seguro es que le guste boca abajo. Cuida que la superficie de su cuna sea plana y que no tenga cojines, peluches, juguetes blandos o topes acolchados para proteger los barrotes ya que estas cosas pueden ofrecerle riesgos. El dormir boca abajo tiene varias ventajas como el poder dormir más tiempo y más tranquilamente sin sobresaltos. Si tiene cólico, esta posición puede ayudar a aliviar un poco el dolor. Si tu bebé prefiere dormir boca arriba, es importante que cambies su dirección o la posición de la cuna regularmente, para evitar que la constante presión de la cabeza con la cuna cree calvicie la cual puede tardar hasta dos años en corregirse.

Ambiente

En cuanto al ambiente que debes crear para que tu bebé pueda dormir tranquilo; es importante que no exageres en ocultar los ruidos como los del timbre, teléfono y demás ya que si ahora lo acostumbras al silencio total. Tendrás serios problemas cuando él ya sea mayor pues no podrá dormir a menos que todo esté en silencio y despertará con el menor murmullo. Recuerda que tu bebé está acostumbrado a los ruidos que escuchaba cuando estaba en tu vientre, como tu corazón, estómago, voz y ruidos externos; por lo que resistirá ahora para dormir lo mismo que antes escuchaba. Inclusive, es posible que ruidos continuos como el de la televisión, lo arrullen. Esto no significa que se la enciendas cuando quieras que se duerma pues también lo estarás mal acostumbrando. Sin embargo, lo que te queremos decir es que no necesitas apagarla para dejarlo dormir. Puedes ponerle un móvil musical o música suave. Si observas que los sonidos súbitos lo despiertan, quizá sea conveniente que bajes el volumen del teléfono o cambies el timbre de la puerta por otro más suave. Pero no trates de crearle un mundo en silencio ya que a la larga, lo harás más sensible a los ruidos y tu también pagarás las consecuencias. Su habitación es conveniente que sea otra que la de ustedes; no tanto porque lo puedan despertar con sus voces sino porque como al inicio su sueño va acompañado de gemidos o de momentos largos sin movimiento, en muchas ocasiones es posible que como mamá te angusties e interrumpas su sueño para comprobar que está bien. Sin embargo, es muy importante recordarte que debes estar pendiente de cualquier ruido raro. Es prudente que tengas un aparato de intercomunicación para escuchar todo lo que le sucede. Tu bebé estuvo nueve meses dentro de ti en un lugar acogedor y tibio por lo que debes proporcionarle la misma sensación de seguridad. Es decir, para él la cama es muy grande y solitaria. Acuéstalo en su cuna, en una canasta o en su carriola ya que cualquiera de estos le da la sensación más parecida a la del vientre materno. Es importante que si lo duermes en tus brazos o en un lugar diferente de donde finalmente lo vas a acostar. Debes pensar que el colocarlo en el lugar definitivo, no lo despierte. Para esto, si estás sentada en un sillón, procura que te sea fácil levantarte. También es importante que el lugar donde lo duermas, esté cerca de su cuna para que no sea largo el trayecto para acostarlo. Debes tener la cuna ya lista para que cuando lo lleves en brazos no empieces a quitar juguetes y a abrir las sábanas. Inclusive en época de frío, es importante que utilices sábanas de franela o de material calientito. Puedes también calentarlas previamente con una bolsa de agua caliente o con un cojín eléctrico; pero asegúrate de quitar esto antes de acostar a tu bebé. Procura tenerlo ya en el brazo que te sea cómodo para acostarlo; si está en tu otro brazo, suavemente gíralo y mécelo antes de intentar colocarlo en su cuna. Cuando lo apoyes, asegúrate de no soltarlo ni tres centímetros antes pues esto lo puede despertar. Con bastante cuidado saca tu brazo que quedó entre él y el colchón y continúa cantándole para que no despierte. Utiliza mameluco con broches que sean cómodos para cambiarlo y arrópalo con sus sabanitas o una bolsa de dormir. Recuerda que si siente frío o calor no podrá dormir bien. Mientras él estuvo en tu vientre, cuando estabas activa, el descansaba ya que el movimiento lo arrullaba. Puedes ahora, mecerlo y darle ligeras palmaditas para inducir su sueño. Intenta desde ahora crearle una rutina ya que recuerda que entre los tres y seis meses necesitará estar acostumbrado a dormir por si mismo. Puedes primero darle un baño de agua tibia, ponerle ropa cómoda de dormir y jugar en forma tranquila con él en tu cama. Al final dale el pecho o su biberón. Cuando ya sea un poco mayor puedes hacer esto último antes de jugar para que no se quede dormido comiendo pues esto perjudicará sus dientes. Es muy probable que al principio tu bebé no sepa distinguir entre el día y la noche, pero poco a poco lo irá aprendiendo. Sin embargo, si quieres ayudarlo para evitar que en las noches quiera estar jugando, Puedes mantener circunstancias diferentes durante el día. Es decir, no le proporciones oscuridad para sus siestas matutinas. Y en las noches cuando despierte para alimentarse, no enciendas la luz. Sin embargo, es necesario que haya una luz indirecta para que puedas acercarte a verlo si notas algo raro o si llora y que no te tropieces o le hagas ruido innecesario que lo despierte. No intentes jugar con él. Háblale suavemente y cántale canciones de cuna. No intentes mantenerlo despierto durante el día o reducir sus siestas ya que de esta manera, será más difícil que duerma por la noche ya que estará demasiado cansado. Lo que en un momento dado si puedes hacer es limitar un poco la duración de sus siestas por la tarde a no más de tres o cuatro horas cada una.

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